Por: Chef Jaime Mena Alcázar
México es indudablemente un país cervecero. ¡Nos encanta la cerveza! Además nos queda muy bien, prueba de ello es su presencia en más de 180 países, lo que hace que nuestro país se encuentre dentro de los principales exportadores de cerveza del mundo.
Las grandes cerveceras mexicanas se encuentran entonces muy bien posicionadas tanto en el mercado nacional como en el internacional, sin embargo, desde 1995 ha habido también un movimiento de cervezas artesanales. Desde entonces se han fundado microcervecerías y cervecerías artesanales por toda la republica mexicana, han aumentado considerablemente la producción en cantidad y en variedades de cervezas, mejorando la calidad y el sabor, dando como resultado una mayor y creciente aceptación por parte de los consumidores que quieren de vez en cuando probar una cerveza diferente.
Para algunos es una moda que está de paso, pero para otros es una oportunidad para conocer un mundo nuevo lleno de posibilidades y alternativas tanto en colores, aromas y sabores de las cervezas, ahora al alcance de la mayoría, pues el crecimiento de este negocio ha provocado que sea mas fácil de encontrar en restaurantes y tiendas de autoservicio.
Si nunca has probado una cerveza artesanal y tienes inquietud por intentarlo, te recomiendo que pidas orientación y empieces por algo similar a lo que consumes habitualmente y vayas experimentando poco a poco, ya que al ser tan grande la oferta y tan variada en estilos, colores, graduación alcohólica, sabores y amargores, tu experiencia con las cervezas artesanales podría no ser muy buena si te equivocas, pues hay que recordar que tampoco son tan accesibles en precio como las comerciales.