Por: Jorge Mena Carrillo
Atelier Amareto es un pequeñísimo taller zapatero fundado por Don Gustavo y Claudio López, padre e hijo, con sede en León, Guanajuato, ciudad famosa alrededor del mundo por su elaboración de pieles y zapatos. No hablamos de una zapatería sino de un de taller artesanal donde se vive la experiencia tradicional y mágica de un verdadero "bespoke".
Por amor al arte nace Atelier Amareto, recordando las épocas de la atención personalizada de Salvatore Ferragamo en Italia o de Church´s en Inglaterra. La tradición que data de generaciones en la familia de los López los llevó a ofrecer un producto diferente en un lugar lleno de lo mismo, adaptado a mercado más exigente y apostando competirle a las grandes europeas.
Uno de los mayores retos que encontraron fue conseguir la
calidad suprema en la elaboración del calzado. Contaban con pieles excelentes, mexicanas por supuesto, pero fueron a buscar productos a Europa, cumbre de la elegancia, la calidad, y por supuesto, el "bespoke". Así, con el maletín lleno de productos de primera calidad se dieron a la tarea de elaborar un calzado detallado, sofisticado y clásico.
La experiencia de Atelier Amareto comienza con la toma de medidas. Hay que entender que no todos los pies son iguales, una misma persona cambia sus medidas atendiendo a diversos factores como el tamaño del empeine, si camina chueco, si recarga más peso en un pie que en otro o simplemente atendiendo a su naturaleza.
Tomando entonces una medida en cada pie, el cliente va a escoger una de las 3 modalidades que ofrecen,
Bespoke: Un zapato 100% a la medida del cliente.
Personalizado: El cliente toma un modelo de base y lo modifica a su gusto.
De Autor: Es una pieza única, exclusiva para el cliente.
Inclusive la caja de entrega la personalizan para cada cliente, de verdad que no puedes pedir más. Solo queda esperar, ser pacientes y recibir tu producto final.
¿El precio? Un par de zapatos puede ir desde los $1,200 hasta los $5,000 dependiendo del material y la complejidad del modelo. Hay que tomar en cuenta que es un trabajo hecho 100% a mano que implica 100 horas de trabajo sobre cada par y 4 zapateros en el taller. La producción se limita a 16 piezas por mes y solo usan materia prima natural.
Me emociona seguir descubriendo talento y calidad mexicana. Personalmente considero que el lujo ya no está en la marca. Está en la tradición, en la magia y en la perfección por la calidad. Todo ello lo encontramos en Atelier Amareto.