marzo 19, 2024

A través de la historia del arte se puede constatar como la mujer ha sido gran protagonista por su papel dual de musa y objeto artístico, gran parte de las obras de arte las protagonizan mujeres, sin embargo al hablar sobre artistas de sexo femenino es patente que casi no son mencionadas durante los primeros siglos del arte, lo que podría hacer pensar que apenas habían figurado.

Muchas pinturas realizadas por mujeres en aquel entonces eran atribuidas a sus padres o esposos, lo cual demuestra que ambos sexos tenían la misma capacidad para elaborar una buena obra de arte. Sin embargo, cuando se verificaba que la autora era mujer, el valor económico y simbólico disminuía significativamente, situación que prevalece hasta hoy pues las obras de las artistas mas cotizadas siguen teniendo un valor hasta diez veces menor que el de los hombres.

Conforme las mujeres fueron avanzando en este ámbito, se dice que el primer ejemplo documentado de una obra de arte firmado por una de ellas fue el de la monja Ende y se remonta a la Alta Edad Media, donde se encuentra un manuscrito (El Beato de Gerona) elaborado en colaboración con un monje.

Los conventos en Europa fueron hasta el siglo XI lugares de aprendizaje bajo las órdenes de una abadesa, con la llegada de la reforma gregoriana y el feudalismo la mayoría de aquellos conventos pasaron a ser dirigidos por hombres y las monjas perdieron poder.

Ya en el siglo XII algunas asociaciones de artesanos comenzaron a admitir a mujeres viudas capaces de cubrir el puesto de sus maridos; los trabajos de los talleres no solían firmarse, pero en caso de incluir una firma como signo distintivo del taller, quien firmaba era el maestro, puesto que estaba vetado para las mujeres.

Durante los siglo XV y XVI con la corriente del Renacimiento, las mujeres artistas aún dependen de los hombres para dedicarse al arte, la mayoría son hijas o esposas de pintores, instruidas en los talleres familiares.

Aunque dentro de la clase alta se vuelve más común que las jóvenes sean formadas por artistas, lo que se espera de ellas es solamente que se casen y formen una familia.

Más tarde con la llegada de las academias, se empiezan a requerir conocimientos sobre anatomía, geometría, física y aritmética, los cuales no se incluían en la formación de las mujeres.

Para el siglo XVIII el dibujo del cuerpo humano desnudo era una de las actividades más importantes de la época, la falta de conocimientos que las mujeres tenían del mismo, las privó de los encargos más prestigiosos, por lo anterior se dedicaron a pintar personajes femeninos más realistas, de la misma manera que se enfocaron a pintar retratos, paisajes y bodegones. Con la llegada del siglo XIX creció el número de mujeres artistas pero a la vez el modelo femenino de la época victoriana predomino en la mayor parte de la sociedad.

Gracias a la fotografía, las sociedades de artistas y varias entidades de carácter liberal, como ilustradoras, pintoras y fotógrafas alcanzaron la independencia económica y fueron reconocidas por sus logros profesionales. Al mismo tiempo algunos maestros empiezan a aceptar mujeres en sus talleres.

El impresionismo por su parte es una de las épocas donde empiezan a surgir más artistas reconocidas, varias de ellas alumnas de los grandes pintores de la época como Degas y Manet.

Las vanguardias artísticas terminan de romper con las normas del academicismo y nuevas fórmulas del arte se exponen en salones independientes atrayendo a las mujeres artistas.

Al llegar el siglo XX a pesar de los prejuicios prevalecientes hacia las mujeres, estas ya tienen acceso libre a las escuelas de pintura, participan en exposiciones y hacen dibujo al desnudo sin ningún impedimento.

El movimiento surrealista terminó por romper este prejuicio hacia las mujeres ya que dentro de él podemos encontrar a varias artistas reconocidas hoy en día.

Gracias al esfuerzo de todas las artistas a través de la historia, durante esa época podemos ver como las mujeres se especializan en cualquier área del arte sin ninguna restricción.

Todos los movimientos feministas que surgieron a partir de los años sesenta, ayudaron a ejecutar estudios gracias a los cuales salieron de las sombras artistas mujeres de todos los tiempos , demostrando el extraordinario trabajo y calidad de sus obras de arte.