Por: Daniela Carral Cortés
Habitación de hotel es la primera de una serie de pinturas de hoteles del norteamericano Edward Hopper, pintor considerado junto con Jackson Pollock, el más representativo del Arte estadounidense del siglo XX. Del artista se dice que era como sus pinturas: misterioso y taciturno. Originario de un pequeño pueblo de Estados Unidos, siendo aún joven decidió mudarse a Nueva York para profesionalizarse. La ciudad de los rascacielos fue la inspiración para la mayoría de sus sombríos paisajes; escenas en restaurantes, cafeterías, cines y hoteles eran sus favoritas para plasmar su original mirada de la metrópolis.
Los años cuarenta se caracterizaron entre muchas otras cosas, por darle a Estados Unidos y al mundo algunas de las mayores figuras del cine que actualmente se consideran leyendas cinematográficas. Hopper como buen ciudadano neoyorquino, frecuentaba regularmente las amplias salas para ver a sus intérpretes favoritos. Una de las muchas teorías existentes para Noctámbulos, es que un joven Marlon Brando, recordado por películas como Un tranvía llamado deseo y El padrino, es uno de los protagonistas del encuentro que se lleva a cabo a una hora incierta de la noche entre los residentes de la ciudad que nunca duerme.
El estilo del pintor estaba claramente influenciado por el lenguaje cinematográfico, ya que siempre utilizaba el mismo formato rectangular, tradicionalmente más propio del cine que de la pintura. Su particular uso de la luz tenía la cualidad de añadir dramatismo a los paisajes urbanos que retrataba. Algunas veces eran los rayos de sol de la ventana y otras las luces de Broadway, las que iluminaban de forma penetrante a los protagonistas de sus cuadros.
La intensa luz que cae sobre la fachada de la Casa junto a la vía del tren crea un ambiente tenebroso, debido al intenso contraste que se genera entre la luz y la sombra; motivo por el cual Alfred Hitchcock, experto del terror, escogió esta pintura como fuente de inspiración para la casa de los Bates en Psicosis, un siniestro thriller de los sesentas que hoy es considerado un clásico.
Y es que además de artista, Hopper pudo haber sido director de escena; cada uno de los cuadros de la película austriaca Shirley: Visions of reality del 2013, es una recreación exacta de alguna pintura del realista estadounidense. Trece de sus obras se llevaron a la vida en este particular filme, que cuenta la historia de una mujer cuyos pensamientos y emociones nos permiten conocer una era de la historia norteamericana.
Una de las pinturas es Habitación de hotel, la cual fue creada un año después de Sol de la mañana; considerada por los críticos como su primera obra maestra. En ambas se observa a una mujer absorta en sus pensamientos, reflexionando sobre algo que desconocemos. Sus personajes usualmente tienen la característica de parecer divagantes, presentes en la habitación, pero con los pensamientos en otro lado. La elegante protagonista de sombrero rojo en Ventana de hotel mira hacia afuera en tono meditativo, anhelante de otro tiempo y otro espacio.
Hopper tenía un particular interés por los hoteles justamente porque eran sitios de paso, en los cuales resultaba imposible sentirse como en casa. Tenía la habilidad de crear escenarios incómodos, en los cuales las personas parecían perderse entre los objetos y los edificios que las rodeaban. Los protagonistas de sus cuadros con frecuencia lucen ensimismados y melancólicos. Perteneciente a una época de rápida y creciente modernización, su preocupación primordial fue explorar la relación entre el sujeto y la urbe. Uno de sus grandes logros fue el haber mostrado la condición psicológica de algunos habitantes de las ciudades modernas, los cuales se sienten más solitarios que nunca a pesar de estar rodeados de miles de personas.