RECONSTRUCCIONES
México se encuentra en un momento delicado tras los terremotos que azotaron al país durante el mes de Septiembre. Primero Oaxaca y Chiapas, dos de los estados que presentan mayor rezago en cuanto a desarrollo, y después la capital de país y sus estados vecinos de Puebla, Morelos y México. Tras los primeros días de miedo y confusión pero también de expresiones enormes de solidaridad por parte de toda la población, viene la etapa que ofrece más retos y a su vez, posibilidades de hacerlo mejor: La reconstrucción. Se empiezan a generar iniciativas de parte de la población para tratar de organizar este complejo proceso, y entender las distintas y distantes problemáticas que van desde el México más rural hasta el corazón mismo de una de las ciudades más pobladas del mundo.
El apoyo llega de todo el mundo, de manera económica, material y hasta en voluntarios que vienen a aportar su experiencia en los trabajos que se requieren, pero también llega en forma de ideas. Ideas que han probado su validez en la reconstrucción de otras ciudades que sufrieron similares catástrofes y que ahora se encuentran en la ruta correcta para asegurar a sus habitantes un lugar digno para vivir.
PRES Constitución
ELEMENTAL - Alejandro Aravena.
Chile 2010
El 27 de Febrero del 2010 la costa chilena presenció un terremoto de 8.8 grados y un tsunami de devastadora intensidad. El arquitecto chileno, ganador del premio Pritzker tomo la batuta del proceso de reconstrucción de la ciudad de Constitución, fuertemente afecta por el tsunami y desarrollo un plan que no prometía resolver los estragos y problemáticas sino trabajar a partir de ellas. La ciudad presentaba continuas inundaciones y la propuesta, en vez de un imponente muro para contener el mar, fue reforestar la costa, para que a partir de esa barrera natural, la fricción y la topografía trabajaran para mitigar la inundación. El proceso de reconstrucción urbana fue lento pero integró a toda la comunidad para convencer a la población que todo el trabajo es realmente en beneficio de ellos. A partir de su proyecto no solo se recuperaron las viviendas sino que la ciudad ganó en áreas verdes, espacios públicos, infraestructura y equipamiento urbano. Fue una oportunidad, no para dejar la ciudad como estaba, sino para aprender de sus errores y mejorarla.
La necesidad de involucrar a la sociedad en la toma de desiciones, entender que no se puede combatir a la naturaleza si no trabajar con ella, y entender que si la reconstrucción no incorpora una mejora sustancial en la calidad de vida de los pobladores no se hizo correctamente, son algunas de las ideas que deben permear en los proyectos por venir en todas las zonas afectadas del país.